Utilizar materiales que permitan vivenciar las operaciones
es fundamental en el aprendizaje del cálculo.
Si el alumnado participa en la creación de los recursos
la motivación es aún mayor.
En estos ejemplos vemos como, además, fomentamos
la reutilización de materiales.
Restos de embalaje, tapones, un trozo de cartón...
y un poco de imaginación.